Esther Fernández
Cuando me plantearon unas compañeras acudir a clases de Yoga, siempre tenía alguna excusa porque no creía que esta clase fuera para mí. Solía hacer clases más aeróbicas y no creía que encajara conmigo. Cuando un día ya no pude «inventar» más excusas decidí ir a una clase para poder argumentar. La primera clase de Yoga que fui en Arsenal para mí fue un autentico descubrimiento. Contra todas las ideas preconcebidas y erróneas que tenía me encantó y me aportó una tranquilidad y una relajación que hacía años que no conseguía. De esta forma llevo asistiendo a Yoga desde hace 6 meses todas las veces que puedo por semana. Las clases que hago con Elsa, me parecen espectaculares. Es una persona que sabe guiar de forma tranquila y paciente, corrige las posturas para que, poco a poco y en función de cada nivel, podamos ir mejorando y consiguiendo avanzar en las asanas. Además me ayuda a regular mi respiración lo que en el día a día también me ayuda mucho a combatir mi estrés laboral Además he de decir que la relajación con ella es un momento «mágico» sobre todos los viernes y como cierre de semana. Y si hay pocas alumnas siempre nos regala un poco de Reiki, que a mí me hace sentirme totalmente renovada y mejor.